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Yolanda Domínguez, artista: "Las mujeres sufrimos una violencia simbólica a través de toda la cultura visual"

 

Fecha: 04 de abril de 2021
Publicado en: lamarinaplaza.com
Autoría: La Marina Plaza

 

LBD es la abreviatura de «Little Black Dress», un término que hace referencia a un vestido negro, corto y versátil que se supone que cualquier mujer debería tener en su fondo de armario.

También es el nombre de la exposición que el Off del Festival de Fotografía Española y Latinoamericana Ojos Rojos exhibe en balcones y calles de La Xara. Su autora es Yolanda Domínguez, artista visual, fotógrafa y activista reconocida internacionalmente por sus trabajos sobre género y consumo. La publicidad sexista, el canon de la moda, los estereotipos o la violencia sobre las mujeres... son temas que ha abordado a lo largo de su trayectoria con obras que dialogan con el espectador para provocarle y cuestionarle. Por ello, muchos de los que han paseado por La Xara este mes de marzo sin duda se han planteado preguntas al contemplar, colgadas en las fachadas de la población, imágenes de mujeres de tallas, razas y edades muy diferentes vestidas con la misma prenda de color negro, a unas les queda pequeña, a otras grande, pero todas posan en actitud de poder y orgullosas de su cuerpo.

LBD es la abreviatura de «Little Black Dress», un término que hace referencia a un vestido negro, corto y versátil que se supone que cualquier mujer debería tener en su fondo de armario.

También es el nombre de la exposición que el Off del Festival de Fotografía Española y Latinoamericana Ojos Rojos exhibe en balcones y calles de La Xara. Su autora es Yolanda Domínguez, artista visual, fotógrafa y activista reconocida internacionalmente por sus trabajos sobre género y consumo. La publicidad sexista, el canon de la moda, los estereotipos o la violencia sobre las mujeres... son temas que ha abordado a lo largo de su trayectoria con obras que dialogan con el espectador para provocarle y cuestionarle. Por ello, muchos de los que han paseado por La Xara este mes de marzo sin duda se han planteado preguntas al contemplar, colgadas en las fachadas de la población, imágenes de mujeres de tallas, razas y edades muy diferentes vestidas con la misma prenda de color negro, a unas les queda pequeña, a otras grande, pero todas posan en actitud de poder y orgullosas de su cuerpo.

 
En las 36 imágenes de «Little Black Dress» Yolanda Domínguez muestra una mirada crítica de la representación de la mujer en la moda y una defensa de la diversidad, temas en los que profundiza en esta entrevista en la que también nos habla de la situación de la mujer en la sociedad y en el arte, así como del último libro que ha publicado, "Maldito estereotipo", un análisis crítico y lúcido sobre cómo funcionan los estereotipos en las imágenes y qué podemos hacer para combatir las desigualdades que generan.

-"En LBD contrapongo la diversidad de cuerpos de mujeres con el único modelo visible en los medios de comunicación para evidenciar que es un canon que deja a la mayoría de mujeres fuera"

-En todos mis proyectos hay una pregunta acerca de la realidad que plantean, pero también una propuesta de cambio"

-"Visibilizar lo que no es habitual ya está iniciando un cambio. Significa ir contracorriente o cuestionar lo establecido"

-"Tenemos una cultura visual muy pobre porque se basa solo en una perspectiva (la masculina, blanca, heterosexual), enriquecerla con otras miradas hace que tengamos más alternativas y libertad"

-¿Qué reflexión buscas provocar con la muestra “Little Black Dress”?

-El objetivo es contraponer la diversidad de cuerpos de mujeres con el único modelo visible en los medios de comunicación (una mujer joven, blanca y delgada) para evidenciar que es un canon que deja a la mayoría de mujeres fuera. Si no vemos mujeres de diversas tallas, edades y rasgos en la televisión, el cine o la moda tendemos a pensar que nuestro cuerpo natural está mal y hay que corregirlo. Lo que es visible está normalizado y lo que no, está estigmatizado.

-Complejos, culpa, aceptación… son conceptos con los que diariamente nos enfrentamos y que aparecen relacionados con la dictadura del canon. Las imágenes de “Little Black Dress” se presentan en las calles de La Xara. ¿Qué valor aporta el haber escogido un espacio abierto y público?

-Ese canon lo vemos habitualmente en los medios y también en el espacio urbano a través de vallas publicitarias, muppis y anuncios en marquesinas. Aunque en la vida real veamos diversidad, no tiene el mismo significado que cuando los vemos en un medio de comunicación, donde lo asociamos con el éxito o lo que es deseable. Por eso tiene sentido colocar estos perfiles de mujeres en el mismo lugar donde vemos el perfil normativo, para generar una reflexión y un contra mensaje. El hecho de verlos colgados en la calle puede generar un primer impacto de rechazo y eso apunta que no aceptamos ese tipo de cuerpos en esos espacios.

-¿Cómo fue el proceso de realización de esta exposición?

-Yo lancé una llamada abierta en mis redes sociales para que pudieran participar todas las mujeres que quisieran. Concertábamos una cita y yo me desplazaba a sus casas con un vestido de la talla 38. Todas se prueban el mismo vestido: a algunas les queda pequeño, a otras grande y a otras ni les cabe. Surgían un montón de reflexiones en el proceso y nos dábamos cuenta de que todas sufríamos mucha presión, tuviésemos el cuerpo que tuviésemos. Intenté que todas las poses fuesen erguidas y con fuerza. No era nada fácil porque tendemos a encogernos por nuestros complejos.

-¿Cómo concibes el activismo en el arte?

-El arte puede ser planteado desde muchas perspectivas. Puede ser terapéutico, documental, auto referencial… yo he escogido la parte crítica, pero también la constructiva. En todos mis proyectos hay una pregunta acerca de la realidad que plantean, pero también una propuesta de cambio. En este trabajo no solo me quedo en la crítica, también hago visibles esos cuerpos que los medios están ocultando.

-Uniformidad, diversidad, estereotipos… son temas constantes en tu obra. ¿Actualmente mostrar lo diverso y su valor es transgresor?

-Sí, ya solo con visibilizar lo que no es habitual ya se está iniciando un cambio. Significa ir contracorriente o cuestionar lo establecido. Tenemos una cultura visual muy pobre porque se basa solo en una perspectiva (la masculina, blanca, heterosexual), enriquecerla con otras miradas hace que tengamos más alternativas y por lo tanto mayor libertad.

-¿Cómo podemos cada uno de nosotros combatir la mirada hegemónica que crea homogeneidad y borra la diversidad?

-Hoy todas las personas podemos generar imágenes y aportar nuestra mirada al imaginario a través de las redes sociales. Un selfie ya es una herramienta de transformación. Cada vez que compartimos un autorretrato podemos elegir entre reforzar el estereotipo intentando parecernos a él o, por el contrario, subir otra perspectiva de cuerpos, actitudes y roles.

-La denuncia del papel que se le da a la mujer en nuestra sociedad es otro de los temas importantes de tu obra ¿En qué aspectos crees que se está avanzando y en cuáles estamos estancados?

-Las leyes han avanzado mucho, pero la igualdad no siempre es efectiva en la realidad. Aún nos quedan muchas cosas que cambiar. Las mujeres sufrimos una violencia simbólica a través de toda la cultura visual que nos relega a un nivel inferior en la escala social y que ejerce presión sobre nuestros cuerpos. Cambiar esta cultura podrá hacer que seamos más libres y que tengamos otros referentes de mujeres fuertes, valoradas por lo que hacen y no por cómo se ven, que pueda hacernos sentir mejor y que desarrollemos todo nuestro potencial como seres sociales. Para ello deben ponerse las pilas quienes generan imágenes.

-"Si no introducimos la mirada femenina seguiremos teniendo una cultura incompleta"

-"Aunque usemos las imágenes constantemente como herramienta de comunicación, somos analfabetos visuales"

-Has criticado la invisibilización de la mujer en el mundo del arte ¿Cuál es la situación actual?

-No es que lo diga yo, es que es un hecho. Toda nuestra cultura visual ha sido producida durante siglos solo por hombres. Las mujeres hasta hace muy poco no podíamos estudiar ni mucho menos trabajar, por eso todos los cuadros se han realizado desde la perspectiva masculina. Esto es algo que aún no está solucionado. En Arco cada año las cifras de mujeres artistas son bajísimas (un 6% de artistas españolas y un 25% internacionales). En los medios ocurre lo mismo, en puestos técnicos hay más mujeres, pero lo puestos directivos y de toma de decisiones siguen estando en manos de hombres. Si no introducimos la mirada femenina seguiremos teniendo una cultura incompleta.

-El humor, la búsqueda de desconcierto en el espectador, la descontextualición, el uso de formatos poco convencionales… son algunos de los recursos habituales en tus obras ¿Qué buscas provocar en el espectador?

-El objetivo es ver la realidad desde otra perspectiva y cuestionar lo que está normalizado. También plantear nuevas formas de representar a las mujeres en el imaginario.

-Vivimos en un mundo saturado de imágenes, ¿cómo condiciona esto a una artista visual busca hacer reflexionar a la sociedad?

-Que haya muchas imágenes no tiene por qué ser negativo, lo que es perjudicial es que todas sean iguales y que solo tomemos las imágenes como fuente de información. Las imágenes son muy inmediatas y las tomamos como la realidad sin tener en cuenta que todas son subjetivas y llevan implícita la ideología y el posicionamiento de quien las realiza. Creo que, aunque usemos las imágenes constantemente como herramienta de comunicación, somos analfabetos visuales. Nadie nos ha enseñado a usarlas ni nos ha contado qué consecuencias tienen.  Las usamos de una forma intuitiva y por imitación y eso nos lleva a repetir estereotipos que perjudican a las personas.

-Presentas la exposición “Little Black Dress” en el  Off del Festival de Fotografía Española y Latinoamericana Ojos Rojos ¿qué crees que aporta este tipo de festivales y exposiciones off?

-Me parece muy buena idea sacar el arte de las galerías y acercarlo a la vida. Hay muchas personas que jamás se acercan a un espacio artístico por temor a no entenderlo y porque esos espacios son tremendamente fríos. Creo que el mundo del arte debe hacer un esfuerzo por conectar con todo tipo de personas y con distintos conocimientos. También es importante que no todo suceda en las grandes ciudades. Hacer un festival así en La Xara es una oportunidad para conectar con todo tipo de público y también para que desde fuera puedan visitarla.

-Acabas de publicar “Maldito estereotipo”. ¿A qué público se dirige y cómo crees que afecta a la juventud el tema de las redes sociales en cuanto a las imágenes que publican?

-En el libro puedo explicar con profundidad cómo funcionan las imágenes y cómo nos afectan, algo que no puedo hacer en un trabajo fotográfico. Es un material didáctico que complementa mis otros trabajos.

Es imprescindible que la gente joven sepa cómo gestionar y generar el lenguaje visual porque es el que manejan habitualmente. Las redes sociales son el nuevo espacio para relacionarse y es un medio que se basa casi exclusivamente en este lenguaje. Creo que en las escuelas debería analizarse con detenimiento igual que se enseña a leer y escribir. El conocimiento es fundamental para poder tener libertad e igualdad.

 

Noticia original y completa en: https://lamarinaplaza.com/2021/04/04/yolanda-dominguez-artista-little-black-dress-las-mujeres-sufrimos-una-violencia-simbolica-a-traves-de-toda-la-cultura-visual-maldito-estereotipo-feminismo-fotografia-arte/

 

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